domingo, 9 de diciembre de 2012

Sky

¿Y si hablamos sobre el cielo?
Bien, hagámoslo.
Cielo… Meteorológicamente podemos definirlo así como una esfera aparentemente azul y clara que rodea la Tierra.
Pero bien tres cosas nos vienen a la mente al pensar en el cielo
Tal vez pensemos en lo que vemos si inclinamos nuestras cabezas  y nos topamos con esa capa que nos reconforta y a la vez nos hace sentir totalmente indefensos. Quizá pensemos en lo que muchos esperan encontrarse al morir, entrar por las puertas de San Pedro y sentirse del todo realizados al haber cumplido todo lo que Dios les encomendaba.
O tal vez penséis como yo y al escuchar el término ‘cielo’ penséis en ese apelativo cariñoso que por lo menos a mí me deleita escuchar. Pues creo que es de los más cariñosos que puedan percibir nuestros oídos. 
Y para qué mentirnos, a todos nos gustaría volar por esos prados celestes.
Como decían los Beatles, se solía ver a Lucy volando en el cielo, con diamantes acompañándola, mirando a la gente con sus ojos caleidoscópicos;  alegando su afán hacia el LSD.
Pues ése recoveco azul es de las cosas que más miedo suele causarle a la gente. Otros se sienten libres, otros cohibidos, o quizá tal vez alguna mente perdida vaya más allá sobre esas tres ideas que he mencionado anteriormente y piense distinto a los demás, pero éste debe de ser un ser único.
Y si seguimos hablando sobre lo que muchos llamaríamos ‘normal’, detrás de esa definición que nos aporta el diccionario hablándonos de esa esfera azul, encontraremos mil cosas más que otros también calificarían como normal. Normal… Es un término muy relativo. Pues para mí algo normal es que no te llamen ‘cielo’, y tal vez para ti, que estás leyendo esto, el cielo sea algo interminable e indistinguible. Algo que nunca te llevarías a la boca. Algo con lo que nunca jugarías.
Y muchos contradeciréis mis palabras, pero el cielo, celeste a mi parecer, está en los ojos de todos. Incluso de los que llevan en sus ser unos ojos negros, marrones, verdes… ¡Violetas!
Pero tal vez nunca deseéis retorceros en el infierno, puestos a contradecirnos.



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